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JULIETTE ET ANGELINA (Brujas normandas. S. XIV).

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Como entonces no existían las residencias de ancianos, cada hija única cargaba con su madre, hasta el punto de formar un todo indisoluble. Es el caso de Juliette, la bruja alta, y su madre Angelina, empequeñecida por el paso de los años. Angelina ya no estaba para sujetar escobas, de modo que las dos volaban en una. Debido al peso lateral de la madre, el centro de gravedad se desplazaba a la derecha, y el último aterrizaje fue mortal. Con el invento de la escoba-sidecar, el problema hubiera quedado resuelto.

LA BRUJA AUDREY (Inglaterra. 1847).

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Fue la principal infiltrada de Scotlan Yard en los barrios bajos de Londres, donde los asesinos en serie no paraban de ofrecer guiones a Hitchcock. Solapa levantada y manos en los bolsillos, con la ayuda de los brebajes y de su búho Malcom ayudó a resolver numerosos casos difíciles, como el misterio del gato que está triste y azul. Murió de una indigestión de niebla espesa en la orilla derecha del Támesis. D.E.P.

OTTO KRISTALEMBERG (Barón alemán. Renania del Norte. S. XX)

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Fue nombrado Barón de lo Impalpable por el canciller Franz von Papen, en 1932, al segundo intento. El primero resultó fallido porque Otto se presentó desnudo al acto; es decir, totalmente traslúcido. Los asistentes, al medio verle, salieron corriendo en desbandada y hubo que suspender la ceremonia. El atuendo que luce en la vitrina es el que eligió para la ocasión. Falleció allí mismo, al atravesarle la cabeza el haz de luz de uno de los focos que daban realce al acontecimiento.

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