top of page
PROTOTIPO DE REPARTIDOR DE PIZZAS (España, 2014).

​​
A pesar de los recortes presupuestarios, la investigación en España ha seguido desarrollando proyectos punteros de alto valor científico. Fruto de ellos es Aureliano, el prototipo de robot repartidor de pizzas que estará listo para principios de 2016. En la cabeza, se distinguen una antena GPS, un triángulo frontal sobre la nariz para llamar a los timbres de las casas y una flecha preventiva que Aureliano dispara girando sobre sí mismo, cuando el cliente no paga el servicio. Dentro del tronco, además de un brazo plegable para las entregas, hay espacio para transportar hasta cinco pizzas y otras tantas flechas. En cuanto a los rodamientos, están dotados de muelles-ventosa que le permiten subir y bajar escaleras en los bloques de viviendas sin ascensor. Correos está estudiando presentar un ERE de 30.000 carteros para esa fecha.

CLEO (Roedor cinéfilo. Madrid, 2012)

​​
Fue el ratón titular de la biblioteca pública del distrito de Chamberí, hasta que el Ayuntamiento de Madrid decidió dedicar el dinero destinado a la compra de libros, a pagar la deuda adquirida por la puesta de primeras piedras en general. Habiendo leído todos los libros de la biblioteca y sin nada nuevo que echarse a la vista, Cleo decidió abrir una ratonera con varias salidas estratégicas a los cines de la zona. Hábilmente escondido, asiste a todos los estrenos. Dada su pasión por la lectura, se decanta por las películas en versión original subtitulada. Aquí aparece, absorto, viendo Ratatouille.

ORDETA, LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ADORNO (Copenhague, 1943).

​​
El dueño de la granja donde ovaba Ordeta era un defensor a ultranza de los derechos de los animales, hasta el punto de que todas las gallinas tenían su contrato laboral. Ella fue despedida por poner los huevos con una cáscara de 2 cm. de espesor, lo que obligaba a su dueño a regalar cascanueces, con la consiguiente pérdida económica. Ordeta malvivía con el pienso que recibió como indemnización, hasta que tuvo la idea de hacerse autónoma e innovar su oficio. Después de mucho pensar, puso un primer huevo de metacrilato; después otro de porexpan, y siguió con la piedra pulida, el polivinilo, la cerámica, etc. Acabó contratada como freelance por unos grandes almacenes, a los que servía huevos de adorno para centros de mesa, fruteros, repisas y armaritos, a cambio de mondas de patatas de primeras marcas, arroz basmati y otras delicatessen.

bottom of page