top of page
BELARMIÑO (S. VI a.C.)

​​
Guerrero celta que habitaba en el poblado del monte Santa Tecla (Pontevedra). Su figura manifiesta cierta falta de ejercicio, lo que induce a pensar que no bajaba y subía del monte a hacer la guerra. Se trataría de lo que hoy se conoce como un “segurata” de choza. Los arqueólogos han advertido que tenía verdadera pasión por los petroglifos, pero como no daban para comer se pasó a la vigilancia, viviendo desde entonces en permanente frustración y con el colesterol malo a tope.

CONJUNTO DE TRONCONITA CON DINOMÉSTICO DE TRES JOROBAS (hace 160 millones de años y 7 meses)

 

​​Precursor del circo con animales. Este imaginativo trinconita macedonio amaestró al dinoméstico que monta. Dado que el animalote era herbívoro, consiguió doblegarle camuflando hojas de marihuana entre los arbustos. Para subirse a él, se lanzaba sobre su lomo desde la copa del árbol más alto del poblado. Seis de cada diez veces no acertaba, razón por la cual pasó entablillado la mayor parte de su vida.
 

ALFONSINA (lechuza del Machu Picchu. S. XVI)

​​
Ave nocturna paradójicamente mal acostumbrada a vivir de noche, si nos atenemos a la trabajosa apertura de los párpados y a la parca viveza de su mirada. Se trataría, por tanto, de un ejemplar impropio. La muesca que se observa en la cabeza, obedece al impacto de una bala de arcabuz disparada por Hernán Cortés cuando volvía, borracho, de asolar Tenochtitlán.

bottom of page