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PHILIPHE VAN DER TIESEN  (Cazador de patos valón. Bélgica, 1900).

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Van der Patten, como así le llamaban, fue el mayor obseso del pato del que se tienen noticias. Su pipa estaba hecha con pico de pato. Por las mañanas, le despertaba su pato Patrick. Para desayunar mojaba alas de pato en la leche y solo comía pato a las distintas frutas: a la naranja, al albaricoque, a la paraguaya, al melón… Siempre que podía daba pato por liebre; le encantaba patearse las calles, el derecho al pataleo e incluso meter la pata. Por ironías del destino, murió pagando el pato por algo que no hizo. D.E.P.

HILARIA OLIVARES, MISS PIÑO 1950 (Guadalajara, España)

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Su diente canino izquierdo que asoma, le dio fama y fortuna. Todo empezó en las fiestas patronales de Guadalajara, cuando el Delegado Provincial del Movimiento la vio pelar pipas de girasol con el diente a una velocidad desconocida. Tamaña maña le impresionó tanto que se enamoró perdidamente de Hilaria y ordenó al alcalde crear ex profeso para ella el título de Miss Piño. Se casaron, fueron de viaje de novios al Valle de los Caídos y vivieron de hincar el diente en el estraperlo.

EL INDIO “PILILI” (Isla Guanahaní. 1492).

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Así conocido por la escasez y lozanía de su protuberancia masculina. Aunque la historia oficial no lo recoge, al ver hablar a Colón, rodilla en tierra, mientras clavaba el estandarte en la playa, Pilili le preguntó en su idioma qué estaba diciendo y por qué se ponía así de solemne. Años más tarde, cuando le tradujeron que lo que Colón dijo es que tomaba posesión de aquellas tierras en nombre de los reyes de Castilla, el indio hizo un corte de mangas y, acto seguido, a él le cortaron entero en lonchas.

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