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PURIFICACIÓN DE RANCIO ABOLENGO Y LÓPEZ DE LAS MIL HECTÁREAS, “PURI, LA RANA” (Madrid, 1970).

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Así conocida por el círculo de amistades de sus padres, Grandes de España. Nació entre algodones en la Calle Serrano, de Madrid, el 18 de julio de 1970. Ya de pequeña se le cayó el libro de la primera comunión en plena ceremonia, lo que provocó el desmayo de su madre. Estudió primer curso en un colegio de las Carmelitas Descalzas, del que fue expulsada por acusar a las monjas de ir con calcetines gordos en enero. Cuando empezó la “movida”, entró en una comuna y ahí sigue bajo el sobrenombre de “La Andrajos”.

BELTRÁN (Gato anti-refranes. España).

 

​​En efecto. Primogénito de una camada de nueve, destacó por su inconformismo. Siempre que salía escaldado de un asunto se daba una ducha de agua fría; incluso llegó a meterse en una cubitera de hielo. Como más y mejor cazaba era con guantes. A la menor ocasión, se ofrecía para que le pusieran el cascabel. Cuando oía decir: “aquí hay gato encerrado”, se enteraba del lugar y le abría la puerta. Llevó una laboriosa estadística para demostrar que el número de vidas de que disponían él y los suyos nunca llegaba a siete. A pesar de su acendrada curiosidad, tuvo una larga  existencia.

 

RUFO “EL ZURCI” (Muchacho español. 1940).

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Fruto de un parto no deseado, al Zurcido (“El Zurci”, para la panda) sus padres le embalaron la cabeza en una caja cuadrada de aluminio con respiraderos hasta que cumplió 10 años. Creció escondido en un zulo de 4 x 4 metros. Debido a un golpe de arrepentimiento, le sacaron la cabeza del recipiente y le mandaron a la escuela. Las burlas de sus compañeros eran constantes y las peleas se sucedían. Creció siendo un broncas. A los 11 años, sus padres le encauzaron la agresividad afiliándole a Falange. Cuando entró, él siempre decía: “Me parto la cara con quien sea”.

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