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AGRIPINA (Selva ecuatoriana. Principios del XIX).

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Ave totalmente extinguida por los efectos de una extraña ola de calor tropical que derritió sus otrora robustas patapiernas. Los líquidos resultantes que iban chorreando se acumularon en sus pies hasta formar las moles que se aprecian en la vitrina. Al quedarse el cuerpo sin conexión con los dedos, el ave precipitó su abdomen sobre ellos, formando un conjunto tan siniestro como inservible.

CESIO Y MOFLETONTE (Cornisa cantábrica. Edad de la boina. 110.000 a. C.)

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Cesio: primer ser humano nacido en Santurce hace 110.000 años, de una madre a la que el hechicero del poblado obligó a parir. Aunque entonces aún no se sabía si el nasciturus llevaba o no malformaciones, en el caso de Cesio cabía deducir que sí, puesto que gracias al ADN del padre se ha sabido que durante el acto sexual, sufrió hasta tres coitos interruptus involuntarios al advertir la presencia de un Tyrannosaurus rex en la puerta de la cueva.

Mofletonte: prehistórico bonachón cuya simpatía ha asombrado a los arqueólogos del mundo entero. Su cara provocaba tanta risa a sus atacantes, que acababan desternillados antes de iniciar la pelea. Gracias a eso vivió varios miles de años.

ELISEU (percebe de Muxía. 19 de noviembre de 2002).

 

La catástrofe del Prestige causó mutaciones hasta entonces desconocidas en la fauna marina, como es el caso de Eliseu, percebe hallado bajo el chapapote de las rocas de Muxía. Aquí se muestra tal y como apareció ante los atónitos ojos de un grupo de voluntarios zamoranos. Descartado Manuel Rivas, se desconoce quién pudo enseñarle a escribir, aunque algunos oceanólogos sospechan que fue un calamus calamus o pez-pluma.

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